Candidatos a Miss y Míster – Final (Servidores Monocuenta)

Sophie04
Ocra
FemeninoEse día se sentía diferente, sin embargo, llegué ante el Árbol del Dolor como lo venía haciendo desde que ocurrió la gran Guerra de los Peldaños, entre Brakmar y los Fab’huritus, hace ya 10 años.

Entonces, mi hermana Mei nunca había visto uno de esos demonios.  En plena guerra, se acercó al lugar donde ocurrían las batallas. Según cuentan, uno de ellos la vio, era como de su tamaño, el cuerpo entero cubierto de espinas y ojos, todos ellos mirándola fijamente. Mei no pudo escapar. Nadie pudo enfrentarlo.

Mi madre y yo corrimos a buscarla y justo al llegar a los Peldaños, encontramos aquello que no podíamos creer: sobre una roca ensangrentada, Mei estaba sin vida. Mi madre dio un grito de dolor que hasta los dioses del Inglorium escucharon. Yo lloraba junto a ella la pérdida que me dejaría el corazón helado.

En ese momento juré convertirme en la más poderosa discípula de Ocra, acabar con todos los demonios y no permitir ni una sola muerte más. Y como decimos, cuando el arco está duro, hay que tirar una flecha, me dediqué a cazarlos sin descanso y con su sangre regué las raíces del árbol rojo. A medida que este árbol crecía, la sangre de los demonios iba lavando mi dolor.

Hasta que ese día sentí que algo había cambiado en mí: la guerrera había crecido.La fuerza de las ramas del árbol había florecido en mi arco y el espíritu de Mei en mi corazón. El Mundo de los Doce ganaba una guardiana que seguiría el camino de Ocra, la de la mirada penetrante.

Sin rencor, como lo indican los mandamientos. Entonces, ya no juraba acabar con los demonios, sino ofrecer mi arco como la gran cazadora.

Esta es mi historia, así llegué hasta aquí.

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