[RP] Dofus Multiverse

Interesante. Lastima que este foro ya murio, y no se ven mas este tipo de historias. Bueno, aca te comento. Si decides continuar estare pendiente.

Walter volvió, esto se pone interesante 

Capítulo 2. La bella Sadida de ojos turquesa.

-¡Pero Boludo! ¿Cómo que fallaste el reto? ¡Pero si te he pagado 5 millones de kamas!- Gritó Chispeza, la bella y poderosa Sadida. Dicen las lenguas, que ella proviene del sur del continente, porque las palabras en su acento hacen referencia a la ciudad de Sufokia.

-¡Pero no me has pagado nada!- se quejó “El Jefe”, encogiendo los hombros. –Además, si hacía el reto íbamos a perder de todas formas…- aclaró el Feca con voz tranquila.
-¡Pues muramos entonces!- se quejó la Sadida, cruzando los brazos en señal de desaprobación.

Mientras aquella discusión sucedía, Hallie observaba todo en silencio. Hacía poco se había encontrado con “El Jefe” cuando caminaba por los campos de Cania y este le había invitado a formar parte de un gremio que estaba volviendo de las cenizas, tal cual harían los fénix. Desde entonces, había tenido oportunidad de conocer bestias que jamás había podido ver en toda su vida.

La actividad era aburrida, porque a pesar de ser lo más fuerte que jamás había sido, en cada batalla que iniciaba, ella debía quedarse inmóvil y fingir estar muerta para que las bestias creyeran que sólo enfrentaban a un guerrero y entonces las probabilidades de ganar fueran mucho mayores.

Las batallas últimamente sucedían en Frigost y el clima le obligaba a usar sus ropajes más pesados que tenía para evitar un resfriado. Algunos de sus compañeros habían pescado el famoso refriado de Frigost y ella no quería ser la siguiente.

Era una tierra nueva y desconocida para Hallie. Para llegar, una vez te encontrabas en el Burgo de Frigost, todavía tenías que tomar un viaje en barco hasta una pequeña isla aún más al norte. Los hielos perpetuos hacían del clima un reto más para las batallas.

-¡Eu Confío!- gritó otro de los participantes de la batalla imitando un acento que sólo usaban los  extranjeros que llegaron tras el cambio de nombre del planeta. Su raza era Yopuka y era conocido como Blade.
-¿De qué hablas?- susurró Hallie suavemente, ya que aquél chico parecía muy emocionado.
-¿No te das cuenta Hallie?, El Jefe estuvo muy cerca de ser derrotado por esas bacterias gigantes, pero muy pronto dio un enorme salto que lo alejó de sus enemigos y volvió a la batalla con más energía. ¡Algún día seré tan fuerte como el Jefe!-

Hallie miró hacia la batalla con aire pensativo.-Yo creo que incluso llegarás a ser aún más fuerte… los Yopukas tienen otras estrategias de batalla…- comentó la bella Sadida dando una leve sonrisa al final.
-¡Claro! Pero por el momento soy un Yopuka de soporte. ¿Necesitas aumentar tu poder? ¡Déjamelo a mí! Soy el mejor Yopuka de Soporte de todo Dofus…-El chico golpeaba su pecho de forma varonil y su voz se escuchó por todos los alrededores.

Una bacteria de las grandotas notó su presencia y le dio un golpe que lo hizo volar por los aires.
-Que tonto… se supone que debemos parecer muertos…- susurró Hallie sonriente. El Yopuka le caía bien a pesar de ser algo tonto, pero… pensándolo bien. ¡Era un Yopuka! La inteligencia no es algo por lo que sobresalgan realmente.

Un momento después, la sonrisa de Hallie se desvaneció por un segundo. 

-Ya tengo 193 niveles…- susurró la chica, hablando para ella misma. –Cuando llegue a nivel 200 regresaré al pueblo por mis hermanos y les ayudaré a entrenar. Se los prometí… cada vez estoy más cerca…- mientras reflexionaba, cerró su puño en señal de poder.

-¡Boludo, el reto!- se oyó la voz de Chispeza a lo lejos. La chica iracunda perseguía a Suvillan (El Jefe) quien corría para salvar su pellejo.

Si se supone que “El Jefe” nos ayuda a entrenar, ¿porque permite que Chispeza lo trate así?, pensó Hallie mientras salía de su escondite. La batalla había terminado, su experiencia había aumentado un montón a pesar de que el reto no había sido cumplido.

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Grande Hallie! Un gusto leerte mi hermano. - Sullivan-I

Capítulo 3. El rápido camino hacia el nivel 200.

Los días desde que Hallie había conocido al gremio JAVA sucedían con velocidad. Casi cada noche, el grupo de grandes guerreros se reunía para ayudar a los más inexpertos a alcanzar al nivel omega, el nivel 200. 

Pero, ¿Qué son exactamente los niveles? Los niveles es la forma en que los dioses miden la experiencia de un guerrero en el mundo de los 12. 

Sin embargo, no todos los guerreros deciden optar por el camino de las batallas. Mucha población del continente es pacífica y opta por dedicar su vida a la venta de productos que ellos mismos obtienen con sus manos al practicar una profesión.

Otros más deciden usar su vida contemplando a los Tofus pasar, aunque generalmente son Sadidas.

También existe el mercado negro de bots, donde algunos maleantes roban las almas de los recien encarnados de Incarnam y utilizan sus cuerpos vacíos, cual robots, para trabajar sin descanso y hacer así el tráfico negro de kamas.

---Comentario del autor: Justo el tráfico de bots, se trata en el RP "Yo no quiero ser un bot" dentro de este mismo apartado del foro.---

Generalmente estos pobres cuerpos sin alma, terminan muertos, destazados entre las garras de los leones y águilas encargados de velar por la seguridad del mundo, aquellos que ostentan el cargo de "Moderadores". Dicen por ahí, que los leones antes eran guerreros comunes y corrientes, sin embargo, siempre contaban con una habilidad especial que los hacía sobresalir de entre la multitud de guerreros y es por ello que los dioses les elegían como protectores. 

A los moderadores se les entregaba un alter ego, un cuerpo de león, alto, fornido y muy poderoso, que de unos cuantos zarpasos podía arrancar la cabeza de los omegas más poderosos. Walter, el léon, fue uno de ellos hace ya muchos eones. 

Sin embargo, de entre todos los modos de vida en Dofus, generalmente los guerreros de batallas eran los que podían salir de la pobreza con mayor facilidad, ya que podían aumentar sus capacidades de pelea y obtener recursos tan preciados que podrían traer millones de kamas a la mesa con un poco de suerte. Ahí es donde la experiencia y los niveles se convertía en algo importante. 

Hallie-san (La sadida) había nacido en una casa pobre en las llanuras de Amakna y era la mayor de 5 hermanos. Sus padres eran panaderos y apenas se ganaban la vida con sus profesiones. Atcham había sido victima de las bandas de bots y poco a poco su población se había reducido. Nadie quiere tener hijos cuando estos pueden ser robados por los traficantes de bots.

Las antes ruidosas ciudades de Amakna, Astrub o Bonta, hoy apenas tenían a unos cuantos guerreros en búsqueda de productos y ropajes para sus aventuras. 

Era por esa razón que Hallie había tomado la decisión de probar suerte en el mundo de los que se ganaban el pan, peleando. Sin embargo, aún en ese mundo existían sub-mundos de guerreros, como aquellos que se especializaban en pelear con otros iguales a ellos, conocidos como los "PVP" y también estaban los que preferían pelear contra las bestias, conocidos como los "PVM" y aún dentro de esos grupos, había más sub-especialidades. 

Hallie no había tenido mucha suerte en los "PVP", así que había elegido el camino del "PVM" y así tras 2 años de arduo entrenamiento, casi en solitario, había alcanzado el nivel 193. 

Y un día, caminando por Cania, con Blops corriendo por sus tobillos, escuchó los gritos de un Feca más alto y fornido de lo normal. Su voz era grave, pero muy tranquila, como una canción de cuna.

Tenía unas hojas coloridas en las manos y gritaba fuerte en el Zaap.

-¡Java abre sus puertas nuevamente. Guerreros experimentados nivel 190 bienvenidos!-

La sadida le miró con curiosidad. Aquél Feca era un poco más alto de lo normal y aunque discretamente, también era muy bien parecido. 

Hallie caminó suavemente hasta el Feca y tomó el papel, donde se explicaba los requerimientos para formar parte. 

-Disculpa, ¿cuanta experiencia solicitan para entrar? Estoy pronta a llegar al nivel omega y...-

La bella sadida sería interrumpida por el Feca, que sonrió con una larga hilera de dientes blancos. 

-0% señorita... cuando llegue al nivel 200 podrá darnos la experiencia que usted elija... ¿Qué opina, le interesa ser parte de nuestro gremio?-

La sadida le miró con cautela, prácticamente se sintió atraida a primera vista por ese chico. 

-Nunca he estado en un gremio...- susurró la chica pasa si misma. -¿Y si no lo hago bien?-
-¡No te preocupes, todos somos muy buenos amigos aquí!- y volvió a sonreir. 

La sadida devolvió la sonrisa, sintiéndose más segura. 

-Esta bien...- y arregló su pelo verdoso de Sadida detrás de su oreja. 

Continuará...

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Comentando para que haya continuidad, sigue asi! ;3

Capítulo 4. El PVP del año.

Después de otros arduos días de entrenamiento, la bella Sadida había alcanzado ya el nivel 198. Notaba que cada vez su poder era mayor y las ansias por alcanzar el nivel omega se incrementaba a cada momento.

Cada que despertaba, se dirigía a la casa del gremio para ver si alguno de los más fuertes estaba disponible para ir a entrenar, pero al menos en los últimos días, nadie parecía estar interesado en entrenamiento de alto nivel.

Era cierto que los más fuertes, los omegas 70, 100 y hasta 200 encontraban más diversión en las batallas PVP (Contra otros guerreros) y entrenaban a los más jóvenes sólo en sus tiempos libres. Desde luego no podía exigirles ayuda, ellos ya de por sí habían sido muy buenos y le habían ayudado a entrenar en tan sólo un par de semanas, lo que a ella le hubiera tomado meses.

También era muy cierto que buscar este tipo de entrenamiento, en las arenas, tenía un costo que rondaba entre los 75kk y los 150kk. Aquello no era un precio barato y aunque tenía tantas kamas como jamás en su vida había tenido, también era cierto que debía ahorrar para sus ropas de nivel omega, el cual probablemente rondaba las 20 millones de kamas. Había casas en Dofus más baratas que ese precio.

También podía optar por entrenar a solas, como siempre lo había hecho, pero después de ganar millones de experiencia en batallas cortas, ganar cuando más 20 millones de experiencia después de 1 hora de entrenamiento, le resultaba una pérdida de tiempo. Así que se sentó en una de las sillas de la casa y suspiró aburrida.

-¿Qué voy a hacer? Hoy nadie quiere entrenar…-

En una de las paredes del comedor de la casa del gremio, pudo ver un mapa de todo Dofus y en él, había nombres de pequeños pueblos que existían a lo largo del camino. Pudo ver el Pueblo de Argentina, dentro de Sufokia, muy al sur del mapa. Después estaba Chile a la izquierda, entre Sufokia y el territorio de los porcos.

Su mirada empezó a subir y notó al pueblo de Colombia, cerca del campamento de Bworks. Luego estaba el gran pueblo de Brasil, en los campos de Amakna y conforme subía vio su pueblo en el centro del Pueblo de Amakna, el pueblo de México. Más arriba, en el castillo, estaba el pueblo Estadounidense y cerca de las praderas de Astrub, el pueblo de Canadá.

Muchos otros pueblos se distribuían a lo largo de todo el continente y cada uno tenía su propia forma de hablar, su propia gastronomía y su propia forma de ser feliz. Por ejemplo, los Pueblos de Brasil, Argentina y Colombia eran muy buenos en el Jalabol y continuamente visitaban Tainela para los torneos mundiales de Dofus.

-¡El Jefe va a pelear contra Chipeza!- escuchó la voz de algunas personas a lo lejos.
-¡Por fin lo ha cansado, el Jefe le mostrará por qué es el Jefe!- respondió otro de ellos emocionado.
-¡Dicen que Kuan también va a participar!-

Hallie abrió los ojos con sorpresa. -¿Un verdadero PVP, como los de la Arena? ¡No me lo pierdo!- y sonrió caminando hacia la salida trasera de la casa, donde existía un campo lo suficientemente grande como para hacer de campo de batalla.

Chipeza, la Sadida más poderosa que Hallie había conocido, estaba de pie, en su clásica pose de brazos cruzados. Frente a ella y un poco a la izquierda, se encontraba Sullivan, el Jefe. Usaba ropajes blancos que le ceñían el cuerpo a la perfección. Por último, Kuan, quien Hallie creía que se trataba de un varón hasta que la vio al frente y a la derecha de Chispeza. Usaba ropas elegantes y definitivamente, se trataba de una mujer.

-¿Kuan es una chica?... ¡Sorprendente!- susurró Hallie buscando un lugar en las gradas de la mini-arena del gremio.

-¡Te voy a mostrar porqué yo debo ser la nueva Jefa!- gritó Chipeza y levantó una mano señalando a Sullivan.
-Ahora eres nivel omega, pero recuerda que yo estoy 89 niveles arriba de ese punto…- sonrió el Feca, confiado.
-¡El que gane, peleará conmigo!- respondió Kuan, dando unos pasos atrás, permitiendo el que probablemente sería el primer gran PVP.

No era secreto que probablemente Kuan era la más poderosa de ellos 3, pero en los niveles omegas, no siempre el poder determinaba al campeón de una batalla.

-¡Comiencen!- gritó Kuan, utilizando un silbato, dando inicio a la batalla. Chispeza, como sadida, inició invocando a sus muñecas “Loca” y “Superpoderosa”. La primera tendría la intención de debilitar al “Jefe” reduciendo su energía y la segunda procuraría entorpecer las piernas de su enemigo haciendo crecer ramas que dificultaran su caminar.

El Feca, por otro lado, inició colocándose sus clásicos escudos. Primero usó “Fortificación”, que le otorgaba un poderosísimo escudo y después continuó con “Escudo Feca”. Ambos habían usado su primer turno con acciones defensivas.

Tan pronto como tuvo oportunidad, Chispeza invocó un árbol, la especialidad de su raza y desenvainó un arma, que a ojos de Hallie era desconocida.

-¡Hasta aquí llegas Feca!- gritó la Sadida y lo atacó en un movimiento similar a una espada. El Feca intentó detener el arma usando su bastón como un tercer escudo, pero el poder de la misteriosa arma de Chispeza había logrado romper los 2 escudos mágicos e incluso arrojar a Sullivan al piso. Esa arma era monstruosamente poderosa.

-¡1100 de Daño directo!- gritó Kuan, quien parecía estar fungiendo como árbitro de la batalla.
-¡Ohhhh!- susurró el público conformado por algunos de los miembros del gremio.

Sullivan, el Jefe, se levantó sonriente, limpiando la tierra de sus ropas que había quedado tras caer al piso. -¿Eso es todo lo que tienes? ¡Mira esto!-

El chico colocó sus manos en forma de cruz y más pronto que un pestañeo, el cielo claro de Amakna se transformó en uno nublado y negrusco. Rayos empezaron a sonar en el firmamento.

¡Ataque Nuboso!- Un estruendo enorme azotó el campo de batalla y 2 rayos cayeron sobre Chipeza con violencia. Era imposible que la Sadida estuviera aún de pie tras ese ataque.

-¡600 de Daño mágico!- gritó Kuan observando el evento. Chispeza tenía hollín en el rostro y aunque parecía adolorida, definitivamente aún estaba en pie.

Continuará…

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Ya espero con ansias la siguiente parte.  

¡Madre mía, que intensidad!.

Capítulo 5. El más fuerte de JAVA.

-¡Zarzas agresivas!- gritó Chispeza, que ya contaba con varios rasguños en el rostro. La batalla había durado ya al menos 5 minutos y si no fuera por sus muñecas “Hinchables”, probablemente la balanza se hubiera inclinado del lado del Jefe.

El Feca había aguantado bien la batalla, pero era cierto que el hecho de no tener una forma efectiva de curarse, estaba en desventaja.

-¡Salto!- gritó, sin embargo, no se movió de su lugar.Todo el público estaba confundido. Era bien sabido que los Fecas tenían la habilidad de dar grandes saltos en el campo de batalla, habilidad que pocas razas tenían, por ejemplo, los Yopukas.

-¡Salto!- gritó de nuevo el Feca, pero una vez más, no se movió de su lugar.-

Jujuju… Los dioses hoy no están de tu lado…- se burló Chispeza, volviendo a atacar con su arma.
-¡1300 de daño físico!- gritó Kuan.

El “Jefe” estaba a escasos 450 puntos de vida de perder la batalla, pero la Sadida tampoco estaba tan lejos del mismo escenario.

-¿Qué pasa?- susurró el Feca preocupado. -¿No elegí bien las magias para esta batalla?-

Era cierto que en los últimos años, los Dioses habían proporcionado muchas más magias a los guerreros, en comparación de antaño. Lo malo, es que no podían ser usadas todas las magias en batalla y tenías que escoger solamente 1 de cada 2. Aparentemente Sullivan, había hecho una mala elección que probablemente le costaría la batalla.

-¡Fortificación, Escudo Feca y Tregua!- recitó El Jefe en coro. Aquello le daba un momento para repensar la estrategia.
-¿Pides tregua? ¡Estás acorralado!- sonrió Chispeza, volviendo a atacar con su arma, a pesar de que no iba a provocarle ningún daño por el escudo que Tregua proporcionaba.

-¡1 punto de Daño directo!- gritó Kuan y todos los espectadores estaban impresionados.¿Le había hecho daño aún con la Tregua de Feca activada?
-¡Eres fuerte Chispeza, pero en PVP no todo es el poder! ¡Recuerda eso mientras pierdes esta batalla!- sonrió Sullivan caminando hacia la Sadida. -¡Primero, Ceguera!- atacó el Jefe los ojos de su enemiga, provocándole una disminución temporal de la vista.

-¡Después, Tetania!- volvió a atacar Sullivan, reduciendo la energía de su enemiga en un gran porcentaje, evitando un contra-ataque en su siguiente turno.-Y por último…- sonrió el Feca confiado. -¡Letargo!- con esta magia de elemento fuego, la Sadida había también perdido la habilidad de caminar. En un solo turno, Chispeza estaba prácticamente imposibilitada a atacar.

 -¡450 de daño mágico!- gritó Kuan. Ahora el público estaba emocionado. Sullivan había sido capaz de darle la vuelta a la batalla en tan sólo un turno. Ahora era Chispeza quien tenía tan sólo 50 puntos de vida, pero su muñeca le había recuperado 400, por lo que estaba igualada con “El Jefe”.
-¡Que cobarde!- se quejó la Sadida tallándose los ojos, pero no lograba ver aún con claridad.
-Fue una buena batalla para un nivel 200… pero aún tienes mucho que aprender…- sonrió tranquilo el Feca, listo para dar el último combo que le daría la victoria.

-¡Letargo!- gritó el Feca, reduciendo 300 puntos de vida. -¡Y después... Ataque nuboso!- Sonrió el chico, con esto ganaba la batalla.

Sin embargo el público dio un grito de sorpresa.

-¡Si me voy al infierno, te vas conmigo Boludo!- gritó Chispeza, logrando acertar un ataque más de su arma antes de que Sullivan pudiera hacer algo. Ambos cayeron al piso, derrotados. Kuan los miró a ambos, confundida. No sabía quién había ganado.

-Ehhh…. ¡Empate!- gritó la bella Ocra Kuan, subiendo ambas manos frente al público, indicando el final de la batalla.Todos los espectadores, incluida Hallie, se levantaron de sus asientos y empezaron a vitorear y a aplaudir emocionados. Había sido una gran batalla y más, considerando que Chispeza era apenas nivel 200.

Sullivan fue el primero en despertar, algo confundido. -Creo que te confiaste jefe…- sonrió Kuan, ofreciéndole su mano para poder levantarse.
-Algún día cambiaré mi raza a Sadida… son muy hábiles después de todo…- sonrió el Feca, imaginándose como uno de esos verdes y tranquilos Sadidas de 2 metros, siempre acompañados de sus muñecas vivientes.

El Feca decidió retirarse para descansar, pero Kuan y Chispeza permanecieron teniendo varias batallas más esa tarde. Era curioso que aunque Kuan parecería ser ampliamente superior a la Sadida, de 6 batallas peleadas, 3 las había ganado Chispeza y 3 las ganó la Ocra.

Hallie por otro lado, aunque Chispeza representaba lo fuerte que ella misma podía llegar a ser. Notaba en Sullivan, el Jefe, una habilidad de pelea mucho más interesante. Él era capaz de llevarlos a la ballena de Frigost para entrenar y además era excepcionalmente fuerte en PVP. El Jefe quería que los dioses le permitieran cambiar su raza a Sadida, pero Hallie, que ya era Sadida, solamente soñaba con ser una poderosa Feca, una que pudiera entrenar a sus hermanos y amigos en la ballena de Frigost.

Pero, ¿Cómo podría cambiar su raza? Eso parecía un beneficio que muy pocos habían tenido en todo Dofus. 

Continuará…

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Grandee mi hermano! Que feliz me hace leer esos textos. 
Nuevamente gracias por hacerme parte de tan excelente historia, espero leer pronto el siguiente capítulo. Un abrazo!
-Sullivan-I

Capítulo 6. La gran decisión.

Hallie se enteró de las batallas de Chispeza y Kuan sólo por lo que sus compañeros de gremio comentaron al día siguiente a la hora de la comida. Pero ella, se levantó de su lugar en las gradas para seguir los pasos de Sullivan, el Jefe. La casa del gremio, en el tercer piso, contaba con oficinas administrativas y mientras el Feca subía, la Sadida le seguía el paso a la distancia.

Cuando Hallie llegó hasta la puerta del líder, notó que no tenía el nombre de “Sullivan” impreso en la entrada. En su lugar, la fotografía de un panda colgaba en la entrada y llevaba el nombre de “Jwaternoose”. Subió el puño para tocar a la puerta, pero justo escuchó la voz del “Jefe” dentro, parecía discutir con alguien más.

-La guerra ha sido difícil…- comentó el Feca con voz agotada. -¡Más JAVA siendo un gremio "nuevo" en donde apenas se está formando nuevamente la comunidad!- comentó con fuerza y se escuchó cómo tomó lugar en la silla principal.
-¡Señor, considero que…!- respondió otra voz, pero de pronto no continuó.

-Espera…- suspiró el Feca. -¡Hallie!- La Sadida dio un salto, asustada. ¿Cómo había notado su presencia?
-Entra niña…- repitió el Feca con más amabilidad.

Hallie se abrió paso por la puerta, apenada. Ella realmente no estaba espiando, tenía que explicárselos.

-Jefe, yo…- balbuceó la Sadida avergonzada, pero el mismo Sullivan la interrumpiría.
-Tranquila… está bien, sé que no estabas espiando. Noté que me seguías desde la arena, en un momento te atiendo, pero esto también es importante. Siéntate con nosotros un momento…- indicó el Feca con voz de mando.

Hallie asintió con la cabeza y tomó asiento en silencio. Tenía las mejillas coloradas por la vergüenza o quizás, era la personalidad de su líder la que la hacía sonrojar. El Feca continuó, dirigiéndose a su subordinado.

=1.5rem-- Comentario del autor: La siguiente descripción de Sullivan, son fielmente las palabras reales recitadas por “El Jefe” original. --

-El pedirle a los agremiados que asistan a guerra es un problema. ¡Necesito que vean lo importante que son y más que el apoyo que pido no es para mí, sino, para que todos sigamos usando los prisma, para reciclar pepas y teletransportarse con más facilidad…- Hallie intentaba comprender todo, pero eran temas que ella simplemente no conocía.

-La guerra desde hace semanas ha sido difícil…- volvió a comentar el Feca, dirigiéndose a Hallie, que abrió sus ojos azules con sorpresa. -En Atcham, hicimos muy buena organización. Como primera medida, las 2 alianzas más fuertes del planeta, se unieron. Luego, fueron planeta tras planeta, buscando alianzas fuertes y todo eso se unificó en 1 sola alianza llamada TAL KASHA.

-Dominamos durante meses. Ganábamos en guerras, PVP, recaudadores y prismas. -Después el Feca se giró, ahora dirigéndose a su otro acompañante.

-¡Pero BAS y ECHO (Otras alianzas) se dieron cuenta lo fuerte que éramos y terminaron uniéndose con el objetivo de desaparecer a la nuestra y terminaron nuevamente separados! Sin embargo, ahora mismo, perdimos todos los territorios, ya no somos la alianza dominante y nos ganan en números. Casi 2000 miembros más que nosotros…-Todo aquello parecía muy importante para Sullivan. La pasión con que lo recitaba era encantadora.

-La idea es seguirlos debilitando y hacer que tengan conflicto entre ellos para que se separen y nosotros, resurgir y así, dominar de nuevo…- terminó el “Jefe”, como ordenandole qué hacer a su compañero.

Su subordinado asintió con la cabeza y en silencio se retiró de la pequeña sala, dejando a solas al “Jefe” y a Hallie. Sulivan se talló los ojos con el dedo pulgar e índice en señal de cansancio, pero después sonrió amablemente para la Sadida.

-Es bueno que conozcas de estos temas, esperamos que permanezcas mucho tiempo con nosotros…- comentó el chico, de pronto notando que Hallie era más atractiva de lo que recordaba.

En aquella posición, sentada, los muslos, las piernas y las caderas lucían excepcionalmente bien, levemente cubiertos por los laterales de la Capa Perfósil de Hallie. La chica, notó la mirada de Sullivan y sintió una punzada en el pecho. ¿Acaso el respetado “Jefe” estaba mirándole con un interés diferente al que su cargo le dictaba?

Sullivan se descubrió mirando a su compañera de gremio y de pronto se sintió culpable. Él era uno de los Feca más respetados del continente, no podía estar endulzándose la mirada con jovencitas atractivas, por lo que desvió la mirada, no sin antes dar un leve vistazo a la parte más alta de la falda.

Por cierto, ¿Qué edad es la que tenía Hallie?

-En fin, Hallie… dime, ¿En qué puedo ayudarte?- La Sadida dio un respingo. Era su momento para hablar. Quería saber cómo cambiar de raza. Sullivan le había demostrado lo poderoso que un Feca podía ser y también lo útil que era para entrenar a guerreros más jóvenes.

-Yo…- comenzó la Sadida. –Te escuché decir, en la batalla, que querías cambiar de raza a Sadida y… yo… quiero saber cómo hacer eso, pero para ser una Feca, una que tenga tus habilidades… eres… eres muy fuerte “Jefe” y quisiera ayudar a mis hermanos a entrenar tal cual haces tú con nosotros en el gremio…-Hallie hablaba entrecortado, avergonzada. Había perdido todo control y autosuficiencia en frente de ese Feca. Por alguna razón le ponía muy nerviosa.

-No es fácil lograr eso Hallie…- respondió el “Jefe”, ahora mirando el rostro de la bella Sadida. ¿Cómo no había notado lo bonita que era?

–La pócima para lograrlo, está valuada en 100 millones de Kamas…-
-Oh…- comentó la chica desanimada.

-Aunque…- continuó el Feca. –Ya que tú eres Sadida y yo Feca, conozco una forma en que podemos hacer una pócima de conversión. No es la forma tradicional y… no es tán difícil siempre y cuando estés dispuesta a hacer lo que se requiere. Unir por un momento nuestras almas. Pero si lo aceptas, es lo forma más sencilla…-Hallie lo miró confundida, el Jefe parecía atropellar sus palabras.

-- ALERTA 18+: El siguiente contenido puede tratar temas no aptos para menores de edad y/o políticamente incorrectos. Se recomienda discreción --

El Jefe caminó hasta la puerta y cerró con seguro.

Continuará…

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¡Sin palabras!
Esas 100mk por pócima de cambio me dejó en shock...

Bueno, con ansias del próximo capítulo

Capítulo 7. Pócima de clase.

Hallie escuchó el pestillo de la puerta cerrarse y sintió un escalofrío. De pronto se preguntó, ¿quién era el Feca con el que conversaba? Sólo tenía un par de semanas de conocerlo y aunque recto, amable y confiable, bien podría tratarse de un loco que sabía actuar muy bien. ¿Debía desconfiar de él?

Era cierto que lo había descubierto viendo sus piernas hace un momento, pero, por otro lado, 9 de cada 10 varones solían hacer eso.

-Hallie…- habló Sullivan, poniendo su mano sobre el hombro de la chica, a lo que ella dio un respingo de sorpresa.

Él era muy fuerte, si de pronto todo se reducía a pelear por su vida para evitar una agresión, no iba a poder defenderse.

-¿Si…?- susurró Hallie con nerviosismo. Sentía la adrenalina en su cuerpo. Pelear o huir, era el momento. El Feca caminó y pudo verlo con el rabillo del ojo. Dio varios pasos hasta quedar frente a la chica y después arrastró una silla para sentarse frente a ella.

-Ahora podemos hablar…- comentó el Feca, sonriendo con sus ya conocidos dientes blancos. Hallie lo miró confundida. ¿No ya estaban hablando?

-¿Qué pasa, jefe?- respondió Hallie preocupada. Ese Feca no parecía querer hacer “cosas indebidas”, más bien se veían agotado.
-Yo sé quién eres Hallie…- comentó Sullivan mirándola a los ojos.

-¿Quién soy?...- repitió Hallie confundida.
-Eres descendiente del linaje “San”. ¿Nadie te ha explicado eso en tu familia?- comentó el Feca analizando el rostro de la chica.

-Es… mi apellido, San… sólo eso…- contestó Hallie empezándose a sentir cohibida ante la mirada de su ¿amigo? ¿Jefe? ¿El ser que la había adoptado, en su gremio?

Sullivan sonrió, mientras miraba aún más a donde el rostro de la chica y al final sonrió más, una sonrisa amplia, adorable a ojos de la Sadida. Luego se cubrió el rostro como evitando una carcajada.

-Eres preciosa Hallie… no importan los siglos que pasen, no importa que hasta tu misma hayas olvidado tu propia esencia, el origen de tu apellido. Tú sigues teniendo una belleza sobre lo que cualquier chica de este planeta pueda tener…-

Mientras el Feca trataba de explicarse, Hallie bajó la mirada. ¿De que hablaba este loco?

-No entiendo…- susurró Hallie, mirándolo de manera precavida.
-Yo te conocí hace 800 años…- sonrió el Feca.
-¿800 años?- respondió la chica, lo más confundida que podía estar.
-Claro, en ese entonces no eras Sadida, eras una Feca…-Hallie definitivamente necesitaba respuestas, aunque de pronto empezó a reírse suavemente cuando al final se relajó. Todo era tan incoherente, que tenía un tinte de gracioso. 

El Feca la miraba con curiosidad.-¿Ya notaste que de ninguna manera iba a atacarte?- sonrió el chico.

Ante aquellas palabras, la Sadida abrió los ojos con sorpresa. ¿Cómo es que él sabía lo que ella pensaba?-

Ahora debes preguntarte por qué es que sé lo que piensas…- sonrió el Feca nuevamente, mucho más relajado y divertido. Hallie asintió con la cabeza, rindiéndose al encanto de su Jefe de Gremio.

-Pero, no te ha dado tiempo de preguntarte, ¿Cómo es que este Feca me conoció hace 800 años?...- el chico se echó para atrás, aún sentado y cruzo una pierna.

-Es que ni si quiera lo he entendido…- confirmó Hallie, confundida. -¿Eres un anciano de 800 años?- Sullivan rio sonoramente, claramente disfrutando la charla.
-No, mi cuerpo tiene unos 23 años…- confirmó el Feca. –Pero mi alma, bueno… honestamente no sé qué edad puede tener. Hallie… lo que quiero decir es que tú y yo nos conocimos en otra vida…-Hallie lo miró, tratando de comprender todo. ¿Había más de una vida?

-Y por cierto…- sonrió el Feca, señalando las rodillas de la chica. –No estaba mirando con deseo tus piernas. Tienes una mancha de lodo en tu muslo…-Hallie pronto bajó la mirada y notó que efectivamente, un poco de lodo seco descansaba arriba de su rodilla. Hallie rápidamente se limpió y subió la mirada con vergüenza.

-¿Cómo es que sabes lo que pienso?- articuló Hallie muy bajito.
-Es… difícil de explicar…- sonrió el Feca. –En algún otro momento te lo explicaré… Pero, lo realmente importante es que, yo sé una manera para que tú puedas regresar a tu raza original…-

Hallie lo miró, curiosa.

-¿Unir por un momento nuestras almas?- sonrió, ahora más tranquila. Ella creía que se refería… bueno, tú sabes, a eso que las mamás y los papás hacían cuando se querían mucho… Sullivan soltó una carcajada sonora. Por suerte no estaba bebiendo agua o la hubiera escupido.

-¿Tú realmente creías que estaba pidiéndote sexo?- Hallie bajó la mirada. No sabía cómo sentirse ante su risa tan sonora. El haber pensado en ese escenario la había asustado, pero el hecho de que Sullivan se riera fuerte de aquella idea, ahora le resultaba una ofensa. ¿Pues qué no acababa de decirle, que ella era preciosa? El Feca de pronto guardó silencio y se apresuró a tomar una fotografía de su escritorio.

-No me malentiendas… ¡Estoy casado!- dijó el Feca, mostrando una fotografía de una bella (y atemorizante) Sacógrita.
-Oh…- susurró Hallie, levemente sorprendida. -Tú sabes todo lo que estoy pensando… ¿verdad?-

El Feca negó con la cabeza. -No puedo leer tu mente, si es lo que estás pensando… sólo soy capaz de ver el futuro en un breve periodo de tiempo, así es como me entero de lo que sucederá en esta conversación antes de que suceda… Por ejemplo, en unos instantes me querrás golpear…-Hallie lo miró curiosa. Ella no sentía ni el más mínimo deseo de golpearlo.

-Créeme, lo hago por tu bien…- susurró el Feca, antes de levantarse de su asiento y en un rápido movimiento, se abalanzó sobre Hallie y plantó sus labios sobre los suyos, en un beso robado…

Continuará…

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