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Haluín era con diferencia el mayor cosechador de Calawazas de todo el continente. Desafortunadamente, también era el aprendiz de un Bwork Mago muy aficionado a los arcanos...

Para ganar el concurso de la Calawaza más grande -cultivada con estiércol de Porcas-, Haluín hizo trampa recurriendo al Bwork Mago que probó un hechizo inédito sobre las Calawazas. Entonces, los que probaron sus Calawazas mágicas acabaron transformados en extrañas criaturas deformes durante varios días y eso se repetíría cada año a la misma época.

Esta maldición parece incluso transmitirse a los aventureros que se acercan demasiado a las criaturas malditas. Para conjurar el hechizo, los habitantes de Amakna y de sus alrededores se colocan una Calawaza sobre la cabeza durante varios días, con la esperanza de que eso les salve. Y lo más sorprendente es que parece ser efectivo.

Desde hace varios días, algunos viajeros van pregonando que estas criaturas malditas se están acercando peligrosamente a los pueblos... ¡La maldición no parece transmitirse todavía entre los aventureros pero es cuestión de unos cuantos días!

Su majestad, el Rey Allister en persona, ha empezado a repartir máscaras con forma de Calawaza para protegerse contra el hechizo. ¡Incluso piensa regalar una para cada aventurero en los próximos días!

¡Volved a casa niños, cerrad la puerta con pestillo y no os acerquéis a los Jalatós durante estos días!