Mazo de la jueza Lu

En sus tiempos, la honorable jueza Lu hacía reinar la ley al norte de Cania. No se apelaban sus sentencias, y todos los criminales, que pasaban por la sala de la audiencia del tribunal de Bonta, temían el ruido de su maza. Se cuenta que solo Kerubim Crepin conseguía convencer a la señora jueza de la inocencia de sus clientes, la banda de Los Orondinos. No obstante, la forma en que lo consiguió sigue siendo un tema muy controvertido.