Aparecidos por accidente, los selotropes son el reflejo de su creador, el Rey Dios. Se desplazan a la velocidad del rayo, desaparecen en un abrir y cerrar de ojos y vuelven a aparecer en otro sitio. Al igual que los selatropes, conocen los secretos del Wakfu.
Cuando hay varios portales activos, se pueden utilizar para teletransportarse o lanzar hechizos.
Los daños y las curas de los hechizos que se proyectan a través de un portal aumentan.
Los enemigos (salvo invocaciones) no pueden usar un portal en el primer turno de juego.